Por Redacción

Washington – 28 de noviembre de 2025. El presidente Donald Trump afirmó que Estados Unidos comenzará “muy pronto” a detener a presuntos narcotraficantes venezolanos por vía terrestre, ampliando la campaña militar que su gobierno mantiene desde septiembre contra embarcaciones sospechosas en el Caribe y el Pacífico. “Probablemente han notado que la gente ya no quiere transportar [drogas] por mar, así que empezaremos a detenerlos también por tierra. Por tierra es más fácil, y eso va a empezar muy pronto”, dijo el mandatario en una videollamada con militares estadounidenses por el Día de Acción de Gracias, transmitida desde Palm Beach, Florida.

Hasta ahora, la ofensiva se ha concentrado en el mar bajo la operación conocida como Southern Spear (Lanza del Sur). De acuerdo con datos del propio gobierno citados por medios internacionales, desde el 2 de septiembre las fuerzas estadounidenses han realizado al menos 21 ataques contra lanchas a las que señalan de transportar droga, lo que ha dejado al menos 83 muertos, en su mayoría frente a la costa venezolana y en aguas del Caribe. Washington ha difundido videos de explosiones de embarcaciones, pero no ha aportado pruebas públicas sobre la identidad de las víctimas ni sobre su presunta pertenencia a organizaciones de narcotráfico.

Trump enmarca la escalada en su guerra contra lo que llama “narco–terroristas” vinculados al gobierno de Nicolás Maduro, al que acusa de usar el tráfico de drogas —incluido el fentanilo— para “envenenar” a Estados Unidos, pese a que los datos disponibles apuntan a que la mayor parte de ese opioide sintético llega desde México y China, por rutas terrestres hacia la frontera norte estadounidense.

La amenaza de operaciones por tierra llega pocos días después de que el Departamento de Estado designara al Cártel de los Soles —una red criminal de altos mandos militares y funcionarios venezolanos, según Washington— como Organización Terrorista Extranjera, ubicando a Maduro al frente de esa estructura y ofreciendo hasta 50 millones de dólares por información que lleve a su captura. Esa clasificación se suma a la decisión previa del Departamento del Tesoro de incluir al grupo como “Terrorista Global Especialmente Designado”, lo que congela activos y prohíbe transacciones con integrantes de la red bajo jurisdicción estadounidense.

Analistas consultados por medios como El País y centros de estudio en Washington señalan que, más allá del argumento antidrogas, la ofensiva naval y la amenaza de acciones terrestres buscan elevar la presión sobre el régimen venezolano y acercar al país a un escenario de cambio de gobierno por la fuerza o bajo fuerte coerción militar. Al mismo tiempo, encuestas citadas por la prensa estadounidense muestran que alrededor del 70% de la opinión pública en EE UU rechaza una intervención militar abierta en Venezuela, lo que limita el margen político de la Casa Blanca para una escalada mayor.

Desde Caracas, el gobierno de Maduro ha calificado los ataques contra lanchas como “ejecuciones extrajudiciales” y ha denunciado que se trata de una violación de la soberanía venezolana, al tiempo que niega cualquier implicación estatal en el narcotráfico. Hasta el momento, el Ministerio de Comunicación venezolano no ha respondido de manera específica a las nuevas declaraciones de Trump sobre inminentes operaciones terrestres, mientras el despliegue militar estadounidense en el Caribe mantiene en vilo a la región.