Por Luis Martínez Alcántara

La cocina mexicana fue reconocida recientemente como la tercera mejor del mundo según el ranking de Taste Atlas, superando a muchas tradiciones culinarias reconocidas. Este prestigioso listado coloca a la gastronomía mexicana, rica en sabores y diversidad, solo detrás de las cocinas italiana y griega. Este reconocimiento no solo resalta la calidad de los platillos mexicanos, sino también su influencia cultural y su capacidad para atraer a comensales de todo el mundo.

Taste Atlas destacó la variedad de platillos mexicanos que capturan la atención global, incluyendo clásicos como los tacos y la cochinita pibil. La cocina mexicana, con su base en ingredientes autóctonos como el maíz y una mezcla de influencias históricas, ofrece una experiencia gastronómica única. Además, la diversidad regional de México se refleja en sus platillos, que varían significativamente de un estado a otro, lo que contribuye a su atractivo internacional.

Entre los aspectos que llevaron a México a este alto puesto se encuentran sus técnicas culinarias tradicionales y la calidad de sus ingredientes. La gastronomía mexicana fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2010, lo que subraya su importancia y riqueza cultural. Este reconocimiento ha ayudado a elevar la cocina mexicana en el ámbito internacional, fomentando un mayor interés por su diversidad y complejidad.

A pesar de este logro, Italia y Grecia continúan liderando el ranking. La cocina italiana es famosa por su simplicidad y frescura, mientras que la griega destaca por sus sabores mediterráneos. Estos dos países han mantenido una fuerte tradición culinaria que ha sido apreciada globalmente durante décadas. Sin embargo, la cocina mexicana sigue ganando terreno y reconocimiento en este competitivo panorama gastronómico.

Este ranking de Taste Atlas no solo celebra la comida, sino también las experiencias culturales que cada platillo representa. La comida mexicana no es solo un conjunto de recetas; es una expresión viva de la historia y las tradiciones del país. Con cada bocado, se puede saborear la herencia cultural que hace de México un destino culinario imperdible para los amantes de la gastronomía.