Por Luis Martínez Alcántara

CIUDAD DE MÉXICO.- Un incidente alarmante ocurrió cuando un pasajero del vuelo 3041 de Volaris, que cubría la ruta de El Bajío a Tijuana, intentó desviar la aeronave hacia Estados Unidos. El hombre, identificado como Mario “N”, de 31 años, supuestamente agredió a un miembro de la tripulación e intentó ingresar a la cabina del piloto. 

Este intento forzado obligó a la tripulación a activar protocolos de emergencia y desviar el vuelo hacia el Aeropuerto Internacional de Guadalajara para garantizar la seguridad de todos los pasajeros.

Según informes, Mario viajaba con su esposa y dos hijos menores. Durante el vuelo, alegó que había recibido amenazas relacionadas con el secuestro de un familiar y que su vida corría peligro si continuaba hacia Tijuana. 

Este contexto emocional parece haber impulsado su intento desesperado de tomar control del avión. La tripulación actuó rápidamente para someter al agresor y asegurar la aeronave, evitando así una posible tragedia.

La aerolínea Volaris emitió un comunicado confirmando que todos los pasajeros y miembros de la tripulación se encontraban a salvo tras el aterrizaje forzoso. La empresa también destacó que se había constituido como parte acusadora para garantizar que Mario enfrentara las consecuencias legales por sus acciones. 

En su declaración, Volaris subrayó que la seguridad de sus pasajeros es su máxima prioridad y lamentó los inconvenientes causados por este incidente. 

Las autoridades locales llegaron al lugar inmediatamente después del aterrizaje en Guadalajara y detuvieron al sospechoso. A pesar del caos momentáneo, no se reportaron heridos entre los pasajeros ni en la tripulación. Los demás viajeros pudieron continuar su viaje hacia Tijuana una vez que se resolvió la situación.