El sector privado ha revisado a la baja su pronóstico de crecimiento económico para México en 2024, ajustándolo al 2%. Esta disminución refleja preocupaciones sobre el entorno económico global y las condiciones internas que afectan la economía mexicana. Los expertos señalan que la incertidumbre en el comercio internacional y la política interna son factores clave en esta revisión.

Los analistas destacan varios factores que han influido en esta reducción del pronóstico. Entre ellos, la desaceleración del crecimiento global, especialmente en los mercados emergentes, y las tensiones comerciales entre las principales economías del mundo. Estas dinámicas globales están afectando las exportaciones mexicanas, uno de los motores cruciales del crecimiento del país.

A nivel interno, la incertidumbre política y las políticas económicas del gobierno actual han generado cautela entre los inversionistas. Las reformas propuestas y los cambios en la regulación han creado un ambiente de espera y observación, donde el sector privado adopta una postura más conservadora respecto a nuevas inversiones. Este clima de incertidumbre se traduce en un crecimiento económico más lento.

El Banco de México y otras instituciones financieras también han ajustado sus expectativas de crecimiento, alineándose con las previsiones del sector privado. Aunque hay consenso en la baja del pronóstico, las autoridades monetarias mantienen una postura optimista sobre la resiliencia de la economía mexicana para enfrentar estos desafíos, confiando en las políticas de estabilidad macroeconómica.

La reducción del pronóstico de crecimiento económico para México en 2024 al 2% refleja una combinación de factores externos e internos que están moldeando el panorama económico del país. La situación subraya la necesidad de políticas económicas claras y de un entorno favorable para la inversión para revertir esta tendencia y fomentar un crecimiento sostenible.

Por Luis Martínez Alcántara.