Por Redacción
Ciudad de México – 28 de noviembre de 2025. Tras una reunión privada en Palacio Nacional, representantes legales y familiares de los 43 normalistas de Ayotzinapa informaron que el gobierno de Claudia Sheinbaum se comprometió a analizar el posible regreso del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) a la investigación, luego de que las madres y padres reiteraran su exigencia de que ese mecanismo internacional vuelva a acompañar el caso.
El abogado Isidoro Vicario Aguilar, quien encabeza la nueva representación legal de un sector de las familias, explicó a la salida del encuentro que la propuesta contempla principalmente el retorno de dos de los integrantes más conocidos del grupo: Carlos Beristáin y Ángela Buitrago. Según el litigante, la presidenta instruyó al subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Arturo Medina, a establecer contacto con exmiembros del GIEI para conocer si estarían dispuestos a reincorporarse y bajo qué condiciones.
“Sheinbaum asumió un compromiso de revisar seriamente el tema del regreso del GIEI”, resumió Vicario, quien calificó de “muy lento” el avance de las indagatorias y subrayó la necesidad de contar con observación externa. De acuerdo con el relato de los familiares, el gobierno federal aceptó valorar de manera formal la reincorporación de los expertos y dejó pendiente una respuesta definitiva para las próximas semanas.
El posible retorno del GIEI se discute en un contexto marcado por la renuncia de Alejandro Gertz Manero a la Fiscalía General de la República (FGR) y la llegada de un nuevo fiscal especial para el caso, Mauricio Pazarán, a quien la presidenta ha encargado “nuevas orientaciones” en la investigación, basadas en análisis masivo de registros telefónicos y en la revisión de líneas de indagatoria poco exploradas.
La exigencia de las familias contrasta con la postura que Sheinbaum expresó en septiembre, cuando descartó el regreso del GIEI y planteó, en su lugar, convocar a nuevos expertos internacionales respaldados por la ONU para acompañar el caso Ayotzinapa. En aquella ocasión, la mandataria afirmó que varios exintegrantes del grupo “no estaban interesados en regresar”, lo que provocó decepción y molestia entre las madres y padres, que salieron de la reunión declarando que no habían visto avances sustanciales a once años de la desaparición. El
Ahora, con la promesa de reabrir el diálogo con los exmiembros del GIEI y, en paralelo, mantener la opción de sumar otros especialistas internacionales, el gobierno de Sheinbaum intenta responder a una de las demandas centrales de los familiares: contar nuevamente con un mecanismo independiente que vigile la actuación de las autoridades mexicanas y ayude a destrabar un caso que, a más de once años, sigue sin ofrecer verdad ni justicia plena para los 43 estudiantes desaparecidos.
