Por Luis Martínez Alcántara

 

Las autoridades guatemaltecas llevaron a cabo un operativo sin precedentes que resultó en el rescate de 160 niños de la secta ultraortodoxa judía Lev Tahor, acusada de abusos sexuales y trata de personas. Este rescate se produjo en una propiedad ubicada en el municipio de Oratorio, Santa Rosa, aproximadamente a 60 kilómetros de la capital.

 

El ministro del Interior, Francisco Jiménez, confirmó que los menores, que oscilan entre los 3 y 16 años, fueron presuntamente víctimas de abusos por parte de un miembro de esta secta.

 

El operativo fue desencadenado por múltiples denuncias recibidas tras la fuga de cuatro menores que lograron escapar y alertar a las autoridades sobre las condiciones inhumanas en las que vivían. Según el fiscal Dimas Jiménez, estas denuncias incluían graves acusaciones como “trata de personas en modalidad de embarazo forzado, abuso infantil y violación”. La intervención involucró a un amplio equipo compuesto por policías, fiscales y profesionales de la salud mental, quienes trabajaron para asegurar el bienestar de los niños rescatados.

 

Durante el allanamiento, las autoridades no solo rescataron a los menores, sino que también encontraron osamentas en cajas dentro de la propiedad. Este hallazgo ha suscitado preocupación y se están llevando a cabo investigaciones adicionales para determinar las circunstancias detrás de estos restos humanos. La operación contó con el apoyo del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, lo que resalta la gravedad del caso y la cooperación internacional en la lucha contra el abuso infantil.

 

Lev Tahor ha estado bajo el escrutinio público desde su establecimiento en Guatemala en 2016, después de haber huido de Canadá debido a acusaciones similares. Este grupo ha sido señalado repetidamente por prácticas como matrimonios forzados y embarazos adolescentes. A pesar de sus afirmaciones de ser objeto de “persecución religiosa”, las autoridades han enfatizado que su acción se dirige exclusivamente contra individuos acusados de cometer delitos graves.