Por Luis Martínez Alcántara 

 

CIUDAD DE MÉXICO.- La Organización de Estados Americanos (OEA) rechazó un proyecto de resolución que pedía al Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela publicar las actas electorales de las recientes elecciones presidenciales, con la abstención de Brasil y Colombia y la ausencia de México.

El foro regional no logró condenar el fraude electoral y la represión ordenada por el régimen de Nicolás Maduro, a pesar del respaldo de Estados Unidos, Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile. La propuesta exigía que el régimen exhibiera las actas de votación y cesara la persecución política, pero la abstención diplomática liderada por Brasil y México resultó en el fracaso de la iniciativa.

El proyecto de resolución, presentado por Estados Unidos, Argentina, Uruguay y Paraguay, fue votado a favor por 17 estados miembros, con 11 abstenciones y 5 ausentes. La OEA requiere una mayoría especial de 18 votos para aprobar resoluciones, contando a los ausentes, lo cual no se alcanzó.

La estrategia diplomática buscaba consenso y exposición de diferencias regionales, pero fue frustrada por las abstenciones impulsadas por Brasil y México, países con dependencias energéticas y lazos geopolíticos con aliados de Venezuela como China y Rusia.

En el proceso, Brasil y México desempeñaron roles cruciales para evitar condenar al régimen venezolano. Mientras líderes como Javier Milei y Santiago Peña condenaban la dictadura, Brasil y México lograron reunir suficientes abstenciones para bloquear la resolución.

Esto evidenció las divisiones en la OEA y destacó las estrategias diplomáticas opuestas entre los países miembros. Durante ocho horas de negociaciones, la OEA no logró un consenso político contra los desmanes de Maduro, reflejando la complejidad geopolítica en la región.

La resolución rechazada incluía varios puntos clave, como la publicación inmediata de los resultados de cada mesa electoral, la verificación integral de los resultados con observadores independientes y la salvaguardia de los derechos humanos y equipos utilizados en el proceso electoral. Además, expresaba solidaridad con el pueblo venezolano y el compromiso de vigilar la situación en Venezuela. Sin embargo, la negativa a la resolución brindó un respiro político a Maduro, permitiéndole continuar con su régimen considerado por muchos como represivo.