La Unión Europea anunció este jueves la adopción provisoria de derechos compensatorios adicionales de hasta 38% a empresas chinas fabricantes de vehículos eléctricos, por considerar que esas firmas se benefician de subsidios “injustos”.

Esos subsidios representan una “amenaza de perjuicio económico a los productores europeos”, indicó la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, en un comunicado.

Los nuevos aranceles se aplicarán a partir del 5 de julio.

La UE pretende adoptar una medida definitiva en noviembre, pero hasta ese período mantendrá diálogos con China en busca de una solución, aunque las autoridades chinas ya advirtieron que aplicarán medidas de represalia.

La Cámara China de Comercio en la UE (CCCEU, en inglés) denunció la decisión de este jueves como una “medida proteccionista”.

La entidad, que representa a más de mil empresas chinas en la UE, dijo sentirse “profundamente decepcionada e insatisfecha” por la decisión anunciada este jueves.

La Federación china de Fabricantes de Automóviles declaró a AFP que se trataba de un “error”, que probablemente incrementará el costo de los vehículos “en detrimento de los consumidores europeos”.

La compañía china de automóviles eléctricos NIO, que produce modelos de alta gama, afirmó en una nota que espera que el gigante asiático y la UE “lleguen a una solución” a la controversia comercial.

En tanto, la fabricante XPeng comunicó a AFP que “no cambiará su estrategia de exploración de los mercados extranjeros” y que confía en encontrar “la manera de minimizar el impacto sobre los consumidores”.

Modelos de marcas no chinas producidas en China también están en el punto de mira: Tesla Model 3, Mini eléctrico y Volvo EX40, entre otros.

En su comunicado, la Comisión Europea puntualizó que la adopción de estos aranceles provisorios y adicionales es el resultado de una investigación de nueve meses.

Dicha investigación concluyó que la cadena de valor de los automóviles eléctricos en China “se beneficia de subsidios injustos, lo que está provocando una amenaza de perjuicio económico a los productores de la UE”.

Por eso anunció la adopción provisoria de aranceles de 17,4% a la compañía BYD y de 19,9% para Geely, así como derechos aduaneros de 37,6% para SAIC.

Otros productores de automóviles eléctricos en China que cooperaron en la investigación quedan sujetos a aranceles medios de 20,8%, al tiempo que para las empresas que no cooperaron asciende a 37,6%.

En mayo, la Comisión Europea ya había amenazado con aumentar los aranceles hasta un 38%, que se sumarían a los actuales derechos de importación del 10%.

La medida se produce a pesar de conversaciones comerciales entre China y la UE el 22 de junio.

De acuerdo con el comisario europeo de Comercio, Valdis Dombrovskis, la UE seguirá “colaborando intensamente con China en una solución mutuamente aceptable”.

“Cualquier resultado negociado de nuestra investigación debe abordar clara y plenamente las preocupaciones de la UE y respetar las normas de la Organización Mundial de Comercio”, señaló el funcionario en una nota.

El mes pasado, China abrió una investigación sobre las importaciones de carne de cerdo, amenazando las exportaciones españolas.

Los funcionarios chinos también han criticado las investigaciones dirigidas a los subsidios estatales en el sector de la tecnología verde, incluidas las turbinas eólicas y los paneles solares.

La UE busca generalizar los vehículos eléctricos, ya que el bloque prohibirá la venta de automóviles nuevos propulsados motores a combustibles fósiles a partir de 2035.

Al mismo tiempo, se propone proteger a su industria automovilística.

Sin embargo, Alemania, una potencia automovilística y un importante socio comercial del gigante asiático, teme que los elevados aranceles generen represalias que golpeen sus actividades en el mercado chino.

Este jueves, la gigante alemana Volkswagen rechazó los elevados aranceles anunciados por la UE, por considerarlos “perjudiciales”.

“Los efectos negativos de esta decisión superan los posibles beneficios para la industria automovilística europea y en particular para Alemania”, afirmó el grupo.

Los vehículos eléctricos provenientes de China representan casi el 22% del mercado europeo, contra un 3% hace apenas tres años, de acuerdo con estimaciones del sector automotriz.