Por Luis Martínez Alcántara
CIUDAD DE MÉXICO.- El expresidente y candidato presidencial republicano, Donald Trump, aceptó el reto lanzado por la vicepresidenta Kamala Harris, su posible rival en las próximas elecciones de noviembre, para debatir ante las cámaras.
«Bueno, Kamala. Adelante. Desafío aceptado. Comparemos nuestro historial punto por punto», afirmó Trump durante su primer mitin en el estado clave de Pensilvania, después del atentado contra su vida el pasado 13 de julio en un evento de campaña en Butler.
Trump hizo estas declaraciones frente a unos 14 mil asistentes en el Holland Arena de Harrisburg, un estadio destinado a ferias ganaderas y rodeos, que el expresidente comparó con el icónico Madison Square Garden. Con su estilo característico, Trump añadió: «Se va a caer», refiriéndose a Harris y demostrando su confianza en el enfrentamiento verbal.
Además de aceptar el debate, Trump pasó al ataque contra Harris en la capital de Pensilvania, un estado crucial donde ambos candidatos están técnicamente empatados en las encuestas. El republicano no dudó en llamar a Harris «falsa» y «extremista de izquierdas», acusándola de ser responsable del caos en la frontera con México, una crítica que refleja su postura firme en temas de inmigración.
El desafío de Harris surgió este martes en un evento en Atlanta, donde dijo: «Si Trump tiene algo que decirme, que me lo diga a la cara», instando al expresidente a aceptar un debate en septiembre. Aunque Trump ha mostrado disposición para debatir, aún no ha confirmado su participación en el debate propuesto para el 10 de septiembre en ABC News, sugiriendo en cambio que el canal conservador Fox News sea el organizador.
El intercambio de declaraciones entre Trump y Harris subraya la intensidad de la contienda electoral y la importancia que ambos candidatos otorgan a ganar el apoyo en estados clave como Pensilvania. Con las elecciones acercándose, este debate podría convertirse en un evento decisivo para los votantes indecisos y un punto de inflexión en la carrera hacia la Casa Blanca.