Por Luis Martínez Alcántara 

 

CIUDAD DE MÉXICO.- La medallista olímpica Prisca Awiti Alcaraz, al ser homenajeada en Celaya, Guanajuato, envió un mensaje inspirador a todos aquellos que persiguen sus sueños: “Si tienen un sueño, cuídenlo. Mi sueño siempre fue ganar una medalla en los Juegos Olímpicos y cuidé ese sueño con toda mi vida, aunque había mucha gente que me decía que tal vez no lo iba a lograr y que no tenía el nivel, pero me rodeé de personas que creían en mí”.

Estas palabras reflejan el camino lleno de retos que la llevó a convertirse en la primera judoca mexicana en ganar una medalla olímpica.

En un acto de reconocimiento, el Gobierno Municipal de Celaya otorgó a Prisca Awiti un apoyo económico de 100 mil pesos, mientras que la empresa ICEM le regaló un automóvil. Este homenaje, llevado a cabo en la Presidencia Municipal, contó con la presencia del alcalde Javier Mendoza Márquez, trabajadores municipales y estudiantes, quienes la recibieron con gran entusiasmo.

Prisca agradeció el constante apoyo que ha recibido de la comunidad celayense desde que decidió representar a México, particularmente del estado de Guanajuato, tierra natal de su madre.

Durante su visita, Prisca también fue recibida por ICE México, una de las empresas que la apoyó durante su preparación. En una emotiva ceremonia, la atleta recibió un automóvil de manos de Christian Ríos Rodríguez, director nacional de ICE México. La entrega del vehículo fue un gesto de agradecimiento por el esfuerzo conjunto que llevó a la judoca a alcanzar sus metas.

Finalmente, Prisca Awiti visitó el Club Chi Kai, la academia de judo en Celaya donde entrenó y se preparó para sus competencias. Allí, la medallista compartió con los alumnos y se puso su judogi utilizado en los Juegos Olímpicos de París, un momento que simbolizó el cierre de un ciclo y la continuación de su legado en el deporte.