Por Luis Martínez Alcántara

CIUDAD DE MÉXICO.- La Organización Nacional del Yunque es un grupo ultracatólico y de extrema derecha en México, fundado entre 1953 y 1955. Su objetivo declarado es “defender la religión católica” y combatir lo que consideran amenazas anticatólicas, buscando instaurar “el reino de Cristo en la tierra”.

Históricamente, se ha relacionado con el Partido Acción Nacional (PAN), donde muchos de sus miembros han ocupado altos cargos, especialmente durante los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón. A pesar de su secretismo, se ha documentado su influencia en diversos sectores políticos y sociales en México.

Recientemente, el Yunque comenzó a reorganizarse para formar un nuevo partido político llamado México Republicano, que se alinea con la ideología pro-Trump. Este anuncio se produce en un contexto donde la ultraderecha busca revitalizar su presencia política tras años de declive. La creación de este partido parece ser un intento de consolidar fuerzas entre grupos conservadores y católicos en México, aprovechando el resurgimiento del discurso ultraderechista a nivel global. 

Entre los políticos identificados con el Yunque se encuentran figuras relevantes como Juan Manuel Oliva Ramírez, ex gobernador de Guanajuato y otros miembros del PAN que han ocupado cargos en el gobierno. La organización también ha mantenido vínculos con partidos de ultraderecha en otros países, como el Partido Vox en España y el Partido Republicano en Chile, lo que sugiere una red internacional de colaboración entre grupos afines. Este contexto resalta la capacidad del Yunque para influir en la política más allá de las fronteras mexicanas.

El reciente anuncio del actor y político Eduardo Verástegui sobre la formación de un partido de ultraderecha también refleja esta tendencia. Verástegui ha expresado su intención de crear una plataforma que represente valores conservadores y se alinee con el movimiento pro-Trump. Esto podría indicar una convergencia entre las iniciativas del Yunque y los esfuerzos individuales de Verástegui para movilizar a los votantes católicos y conservadores en México.