Por Luis Martínez Alcántara 

 

LONDRES.- Un tribunal del sur de Londres declaró culpables de daño criminal a los activistas que lanzaron sopa sobre la famosa pintura “Los Girasoles” de Vincent van Gogh en la National Gallery en 2022. Este acto, que formó parte de una protesta ambientalista, generó una gran controversia y debate sobre los límites de las acciones de protesta.

Los acusados, miembros de un grupo ambientalista radical, realizaron el acto para llamar la atención sobre la crisis climática y la necesidad urgente de acciones más contundentes por parte de los gobiernos y la sociedad.

Argumentaron que su intención no era dañar la obra de arte, sino provocar una reacción pública y mediática que resaltara la gravedad de la situación ambiental. Sin embargo, el tribunal no aceptó este argumento como justificación para el daño causado.

El incidente ocurrió cuando los activistas entraron a la galería y arrojaron sopa sobre la pintura, que estaba protegida por un vidrio. Aunque “Los Girasoles” no sufrió daños permanentes gracias a esta protección, el marco de la obra resultó afectado.

La acción fue rápidamente condenada por la comunidad artística y el público, muchos de los cuales consideraron que este tipo de protesta va más allá de lo aceptable y desvirtúa el mensaje que se pretende transmitir.

La sentencia del tribunal refleja una postura firme contra el daño a obras de arte, incluso cuando es motivado por causas sociales o ambientales. Los activistas enfrentan posibles penas de cárcel y multas, lo que subraya las consecuencias legales de sus acciones.

Este caso ha generado un amplio debate sobre las tácticas de protesta y el equilibrio entre la libertad de expresión y el respeto por el patrimonio cultural.