Por Luis Martínez Alcántara

CIUDAD DE MÉXICO.- Durante el año 2023, México registró un total de un millón 820.8 mil nacimientos, lo que representa una disminución del 3.7% en comparación con el año anterior, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Esta caída refleja una tendencia a la baja en la tasa de nacimientos registrados por cada mil mujeres en edad fértil, la cual pasó de 54.5 en 2022 a 52.2 en 2023, una reducción de 2.3 puntos.

Los estados con las tasas más altas de nacimientos registrados por cada mil mujeres en edad fértil fueron Chiapas, con 100.1; Guerrero, con 69.5; y Oaxaca, con 62.3. En contraste, las entidades con las tasas más bajas fueron la Ciudad de México, con 34.1; Yucatán, con 40.8; e Hidalgo, con 42.0. Estas cifras demuestran una clara diferencia en la dinámica demográfica de distintas regiones del país, destacando los retos específicos que enfrentan algunas zonas en términos de crecimiento poblacional.

En cuanto al registro de los nacimientos, el 81.6% de los niños fueron registrados antes de cumplir un año, mientras que el 18.4% fue registrado con un año o más de edad. Además, en el 80.5% de los casos, ambos padres acudieron a realizar el trámite, mientras que el 13.8% de los registros fueron realizados únicamente por la madre. Estos datos subrayan la importancia de la participación de ambos progenitores en el proceso de registro y la variabilidad de situaciones familiares en el país.

El informe del Inegi también reveló que casi la mitad de los nacimientos (48.1%) correspondieron a madres de entre 20 y 29 años, lo que confirma esta década como el periodo de mayor fertilidad en México. Sin embargo, es preocupante que el 5.6% de los nacimientos correspondiera a madres adolescentes de entre 10 y 17 años, lo que plantea un desafío en términos de salud reproductiva y educación sexual.

Finalmente, el 98.27% de los nacimientos fueron partos simples, mientras que el 1.73% correspondió a partos múltiples. La gran mayoría de los partos, el 86.3%, se llevaron a cabo en hospitales o clínicas, y el 85.9% fueron atendidos por personal médico, lo que refleja un acceso considerable a la atención médica profesional en el país.