El presidente boliviano Luis Arce, engañó a medio mundo con su teatro de “autogolpe de Estado” y ahora debe una disculpa pública a los jefes de Estado de América Latina, de la Unión Europea y a la Organización de Estados Americanos (OEA), que se sumaron a condenar el circo armado que orquestó sólo para aumentar su menguada popularidad.

Destacó que el único que no se sumó a esa farsa fue el gobierno del presidente Joe Biden (EU), porque sus servicios de inteligencia debieron haber reportado a tiempo el montaje populachero arcenista.

Para completar teatro y una vez descubierto, una docena de militares bolivianos fueron arrestados tras la movilización de soldados y vehículos blindados en la céntrica Plaza Murillo, frente al palacio presidencial en La Paz, junto con el ahora excomandante del ejército Juan José Zúñiga, quien reveló que se prestó a la farsa del presidente Arce de un “autogolpe de Estado”, reportaron medios locales.

Tras el intento de golpe de Estado, la Fiscalía de Bolivia confirmó que abrió una investigación penal en contra del excomandante del ejército Juan José Zúñiga.

Fue detenido cuando declaraba que seguía instrucciones del actual presidente Luis Arce.

Ayer por la noche, el general Zúñiga, comandante del Ejército boliviano, fue detenido  cuando concedía una entrevista en la calle tras ser acusado de liderar un intento de golpe de Estado en Bolivia, de acuerdo con videos que circularon en las redes sociales.

En ese momento, el alto mando militar fue capturado y conducido a un vehículo policial en las afueras de un cuartel militar.

“¡Está detenido, mi general!”, le indicó el viceministro de Gobierno (Interior), Jhonny Aguilera, quien llegó al lugar acompañado de policías, según imágenes de la televisión estatal.

En su lugar ya había sido designado José Sánchez Velásquez como nuevo comandante general del Ejército. Al mismo tiempo, Gerardo Zabala Álvarez fue nombrado para liderar a la Fuerza Aérea y Renán Guardia Ramírez a la Armada.

El ex mando militar había confesado que Arce le ordenó que liderara el movimiento de soldados y tanquetas del Ejército:

“Este domingo en el colegio La Salle (de La Paz) me reuní con el presidente (Arce) y él me dijo que la situación está muy jodida, esta semana va a ser crítica”, afirmó ante los reporteros que lo entrevistaban.

Zúñiga reveló que Arce le pidió “preparar algo para levantar su popularidad”.

“¿Entonces, sacamos los blindados?”, le preguntó el uniformado, a lo que el presidente respondió “sacá”.

A partir de este domingo, agregó, comenzaron a desplazarse hacia La Paz varias tanquetas del Ejército. Zúñiga dirigió la movilización de militares hacia la plaza de Armas de La Paz, donde se encuentra el Palacio de Gobierno y las oficinas presidenciales.

La Fiscalía General de Bolivia había adelantado que iniciaría una investigación penal en contra de Zúñiga y de quienes lo acompañaron en la movilización militar en los alrededores del palacio presidencial.

El nuevo comandante general del Ejército José Sánchez Velásquez, ordenó de inmediato a las tropas dirigidas por Zúñiga que se desmovilizaran, mientras el máximo tribunal de Justicia del país condenó lo que calificó como un atentado contra la estabilidad democrática del país sudamericano.

A través de un comunicado, la Fiscalía General de Bolivia informó que inició una investigación penal contra el comandante Zúñiga y sus cómplices, todo por prestarse a la farsa del presidente Arce, en su afán de aumentar su menguada popularidad.

 

Nota de Abel López Jiménez.