El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y su sucesora, Claudia Sheinbaum, refrendaron este sábado la apuesta del Gobierno por la “soberanía energética” basada en combustibles fósiles, al inaugurar la Refinería Olmeca, en Dos Bocas, Tabasco (sur).

“Es un día especial, histórico, porque se concluye esta obra y empieza a producir gasolinas, diésel, combustibles”, destacó López Obrador en su discurso inaugural.

El presidente resaltó que la refinería en su natal Tabasco “se construyó en un tiempo récord” y afirmó que “en ningún país, no hay nada que se le parezca, en cuanto al tiempo de construcción (5 años) y tampoco en cuanto al costo (unos 16.000 dólares)”.

Por su parte, Claudia Sheinbaum refrendó el compromiso de su próximo Gobierno, que inicia el 1 de octubre, de “continuar con el legado” de López Obrador y seguir “impulsando y defendiendo la soberanía energética de México”.

“Vamos a continuar fortaleciendo a Petróleos Mexicanos (Pemex), ese orgullo nacional que nos heredó el general Lázaro Cárdenas (1934-1940) y que nos devuelve el presidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2023)”, declaró Sheinbaum.

La futura presidenta de México, el segundo mayor emisor de contaminantes de Latinoamérica, reiteró su compromiso de seguir “fortaleciendo también la Comisión Nacional de Electricidad (CFE)” para que no aumenten “en términos reales, los precios de ningún combustible ni de la electricidad” durante su Gobierno (2024-2030).

Sheinbaum, experta en energía, mencionó que ya prepara un “plan de largo aliento para aumentar la producción de energías renovables, siempre defendiendo la soberanía nacional”, sin dar más detalles.

“Estudié el doctorado en ingeniería en energía, pero más allá de lo técnico, siempre defendí la soberanía energética, no solo por convicción, sino también porque en todos los textos, contrario a lo que se piensa, la soberanía energética es esencial para una política de desarrollo”, señaló.

Por lo que llamó a todos los mexicanos a entender “que a nadie le conviene la debilidad” de las empresas energéticas del Estado.

“Por ello, es un error considerar que la generación eléctrica de la CFE y la producción de petróleo y refinación de Pemex se cataloguen como monopolios. No es monopolio la producción soberana ni la de nuestras empresas”, sostuvo.

La futura mandataria mexicana criticó que los gobiernos anteriores “de manera irresponsable, sobreexplotaron el yacimiento de Cantarell, llegando a producir 3,4 millones de barriles diarios con el objetivo de venderlo al extranjero mientras abandonaban la refinación”.

“En un verdadero acto de irresponsabilidad bautizada con la palabra eficiencia, comenzaron a importar gasolina, diésel, turbosina y gas LP. Eso sí, hablaban de evitar emisiones y hacer una política de transición energética, mientras producían más petróleo y recibían ingresos extraordinarios que nunca se vieron reflejados en obra pública importante”, expuso.

En contraste, dijo, actualmente “se producen más de 1,8 millones de barriles diarios y se hace una política para procesarlo todo” en el país.

“Seguiremos avanzando en la eficiencia de las refinerías actuales para reducir aún más, en un 2 %, la importación de gasolina y diésel. También seguiremos impulsando la petroquímica y la industria de los fertilizantes, como ha iniciado el presidente”, indicó.