El PRD en la Cámara de Diputados demandó al gobierno federal rescatar el lago de Pátzcuaro, Michoacán, ante las graves crisis hídrica y sobreexplotación que enfrenta, situación que lo ha puesto al borde de la extinción.

Una comitiva de michoacanos afectados, a los que la legisladora les abrió las puertas de la Cámara baja para exponer la difícil situación que enfrentan, debido a que el lago se seca y por lo que la alimentación, el transporte y la actividad económica se han visto afectada.

La denuncia estuvo acompañada por la diputada perredista por Michoacán, Edna Gisel Díaz.

Dijo que expertos estiman que para ver resultados de los esfuerzos de recuperación del lago tardarán entre 30 y 50 años, teniendo impactos irreversibles.

 Actualmente -reconoció la legisladora- se han realizado esfuerzos para la conservación hídrica de la localidad, encabezados por sus habitantes, pero estos han sido insuficientes. El estrés hídrico al que las regiones lacustres han sido cometidas las está llevando a su extinción”, advirtió.

La perredista, originaria de Michoacán, afirmó que en esa región emblemática de su estado se registra una intensa degradación, de ahí que sigue solicitando la intervención de las autoridades federales, estatales y municipales para salvar al lago de Pátzcuaro y con ello garantizar la seguridad de los pobladores de esa zona, que de acuerdo a datos de los propios afectados alcanzaría las 250 mil personas.

 

La experta en temas ambientales urgió la implementación de acciones contundentes para rescatar la región, cuya disponibilidad de agua renovable per cápita sufrió una grave reducción, al pasar de 18 mil 35 metros cúbicos en el año de 1950 a 3 mil 338 en la actualidad. D ahí que llamó a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) a aplicar recursos en pro del lago, en lugar de tener subejercicios o destinarlos a megaobras innecesarias.

Jaime Garibay, poblador del Pátzcuaro externó la preocupación de la comunidad por la problemática que afecta a los pueblos de Erongarícuaro, Pátzcuaro, Quiroga, Tzintzuntzan y otras de las 122 comunidades asentadas en la cuenca, así como a habitantes de las islas del lago Janitzio, Yunuen, Pacanda, Jarácuaro y Copujo, que planean iniciaría acciones de presión, como la toma de instalaciones e incluso de toma de carreteras.