Por Monserrat Californias

Un video transmitido en vivo por Naomi Sofía Figueroa Álvarez, ex funcionaria del municipio de Guadalajara, desató una ola de indignación en redes sociales luego de que confesara haber participado en un sacrificio animal como parte de un ritual de santería.

En su transmisión, la mujer explicó que esta práctica fue realizada como medida de protección espiritual y defendió su utilidad pese a lo controversial del acto. Las imágenes rápidamente se viralizaron, generando una fuerte condena y llevándola a ser apodada “Lady Satánica”.

Las palabras de Figueroa causaron un amplio rechazo tanto en la opinión pública como en las autoridades locales. El Gobierno de Guadalajara emitió un comunicado aclarando que Naomi Figueroa ya no pertenece a la administración actual, destacando que fue trabajadora eventual y laboró únicamente durante 72 días. La administración también reafirmó su compromiso con la protección de los animales, deslindándose por completo de las declaraciones de la ex colaboradora.

Ante la creciente presión social y la condena mediática, Naomi Figueroa reapareció públicamente para ofrecer disculpas. En un nuevo video, afirmó que sus declaraciones previas fueron falsas y que las hizo por miedo, aunque no especificó a qué se refería con ese temor. En su mensaje expresó arrepentimiento, reconociendo que sus palabras habían causado indignación, especialmente entre defensores de animales y sectores sensibles al maltrato.

Figueroa negó rotundamente haber causado daño a algún animal, afirmando que sería incapaz de hacerlo. Aseguró tener mascotas y sentir un fuerte apego por ellas. Aunque sus disculpas fueron públicas, la polémica continúa en redes, donde el caso ha reavivado discusiones sobre los límites de la libertad religiosa, el maltrato animal y la responsabilidad ética de quienes han ocupado cargos públicos, aunque sea de forma temporal.