La Glorieta del Metro Insurgentes huele a marihuana, a orines y a heces fecales. Pero el problema no termina ahí. Aumentó de manera alarmante la presencia de delincuencia, el consumo de drogas y otras actividades ilícitas que lamentablemente están afectando la calidad de vida y la seguridad de quienes viven y trabajan en la cercanía y que está afectando también la Zona Rosa de la CDMX.

La emblemática Glorieta Insurgentes, como es conocida, fue inaugurada en 1969, pero ha caído en el abandono. Los vecinos dan testimonio de casos graves de violencia, incluyendo apuñalamientos y peleas entre indigentes. Es evidente la venta y consumo de drogas y prostitución.

Ana Gabriela González, representante vecinal de Copaco en la colonia Juárez, refleja la preocupación generalizada entre las mujeres y los ciudadanos que deben cruzar los bajo puentes del Metrobús y la Glorieta Insurgentes y temen por su seguridad personal debido a la presencia constante de personas consumiendo sustancias y el ambiente generalizado de inseguridad que se ha instalado en el área.

Por qué las autoridades se hacen de la vista gorda?

Los 7 espacios públicos donde se puede fumar marihuana en CDMX son la Glorieta del Metro Insurgentes (en la salida que da a la calle Oaxaca), la Plaza de la Información del Metro Hidalgo, el Parque Las Américas, Polanco (frente al Senado), Insurgentes, Casa Tlaxcoaque, (saliendo del metro Pino Suárez) y El Zócalo (frente a la Corte de México).

Sin embargo, se están cometiendo muchos excesos. El estado actual de la Glorieta del Metro Insurgentes contrasta fuertemente con su pasado como un punto icónico y animado de la Ciudad de México.

Durante décadas, fue un símbolo de la vida urbana activa y vibrante, pero ahora se ha convertido en un lugar que los residentes describen como “insalubre” y “sin ley”.

 

Por Luis Martínez Alcántara.