Por Luis Martínez Alcántara 

 

CIUDAD DE MÉXICO.- Hello Kitty, el icónico personaje de Sanrio, ha capturado corazones en todo el mundo desde su creación en 1974. Este adorable personaje, a menudo confundido con un gato, en realidad es una niña británica llamada Kitty White.

Creada por la diseñadora Yuko Shimizu, Hello Kitty fue concebida como una representación de la cultura kawaii (tierna) de Japón, con un diseño simple y adorable que ha trascendido generaciones.

Una de las curiosidades más sorprendentes sobre Hello Kitty es que no tiene boca. Esta decisión de diseño se hizo intencionalmente para que los fanáticos puedan proyectar sus propios sentimientos en el personaje, haciendo que sea tanto feliz como triste, según las emociones del espectador. Este rasgo ha ayudado a que el personaje resuene con una audiencia amplia y diversa, permitiendo que cada persona vea en ella una versión diferente de sí misma.

El personaje de Hello Kitty no es solo una figura decorativa; se ha convertido en un fenómeno cultural global. Desde productos escolares hasta líneas de moda de alta gama, la imagen ha sido utilizada en una variedad de productos, generando miles de millones de dólares en ingresos para Sanrio. Además, el personaje ha sido embajador cultural y ha participado en numerosas colaboraciones con marcas y celebridades.

En cuanto a sus características, Kitty White es una niña de cinco años con una hermana gemela llamada Mimmy. Vive en las afueras de Londres con sus padres y su principal afición es hornear galletas. Aunque es un personaje de ficción, se le ha dado una vida rica en detalles que ha contribuido a su perdurable popularidad.

Lo cierto es que sigue y seguirá siendo un símbolo de ternura y felicidad, y su legado continúa creciendo con cada generación que la descubre. La simpleza de su diseño y su capacidad para conectar emocionalmente con las personas han hecho de Hello Kitty un personaje atemporal, querido por niñas, niños y adultos por igual en todo el mundo.