Un grupo de jóvenes con el rostro cubierto, identificados como estudiantes de Ayotzinapa, irrumpió en Palacio Nacional por el acceso de Moneda número 1, generando una intervención por parte de la Policía Militar. Los individuos, utilizando una camioneta de la CFE como ariete, derribaron la puerta de madera de dicho acceso.

En respuesta, los Policías Militares, responsables de la seguridad de la sede del Poder Ejecutivo, utilizaron gas para dispersar a los manifestantes, quienes exigían una reunión con el presidente Andrés Manuel López Obrador.

López Obrador , que en ese momento llevaba a cabo su conferencia mañanera en el Salón Tesorería, declaró que serían atendidos por el subsecretario de Gobernación, Arturo Medina.

Militares instalaron barricadas al interior de Palacio Nacional para evitar el acceso de los estudiantes. López Obrador, cuestionado sobre si recibiría a los normalistas de Ayotzinapa, afirmó que no y reiteró su compromiso con la investigación del caso de la desaparición forzada de 43 estudiantes en 2014 en Iguala, Guerrero.

Tras el incidente, el López Obrador anunció que la puerta derribada sería reparada y comentó que percibía la situación como un intento de provocación.

“Se va a arreglar la puerta (…) lo que quieren es provocar… Estoy seguro en cualquier parte del país, a mi me cuida el pueblo”, dijo López Obrador al responder sobre si se siente seguro en Palacio Nacional.