PULSO

Eduardo Meraz

Qué pasará, qué misterio habrá este lunes en el encuentro palaciego entre el mandatario qué no se quiere ir y la presidenta virtual que no sabe cómo tener el mando.

Con su tradicional “modito” educado, el presidente totalmente Palacio Nacional ya marcó territorio.

Desde el domingo pasado hasta el viernes último se ha referido a Claudia Sheinbaum -elegida por casi 36 millones de ciudadanos-, no como la mandataria electa por esos mexicanos, sino como “mi” presidenta.

Es decir, le salen sobrando los millones de votantes, y la futura titular del ejecutivo federal es únicamente suya de él, de su voluntad personal y de nadie más.

Además, en su último teatro en atril mañanero, anticipó cuáles serían los términos del primer encuentro de transición: el Plan C va como él lo planteó y sus hijos ingresarán a la actividad pública y política.

En su momento estelar, cual si estuviera evocando su “a mí que me den por muerto” de principios de siglo, cambió el “concluyo mi mandato y me retiro, me jubilo”, para manifestar: “sólo atendería el llamado de mi presidenta”.

Y con esa humildad tan propia del saliente habitante temporal del palacete virreinal, espetó: por supuesto, “me reservo mi derecho de disentir” de por vida.

De esa forma, Sheinbaum Pardo ya sabe lo que le espera en esa reunión la cual, por cierto, se llevará a cabo no en terreno neutro, sino en Palacio Nacional, donde la palabra del todavía mandatario es la ley.

Además, deberá sujetarse a la agenda presidencial para recorrer el país, por más que su coordinador de la transición, Juan Ramón de la Fuente, haya asegurado que en este proceso “no habrá ruptura ni sumisión”.

Este lunes saldremos de dudas si el supuesto retiro es definitivo o temporal y si el mando realmente cambia de mano o es una simulación.

Cómo dice la canción, en estos tiempos de interregno: “tú quieres que me vaya y yo no me quiero ir”. ¿Pasaremos del maximato al “manuelato”?

He dicho.

EFECTO DOMINÓ

El IECM anticipó lo que sucederá en el Congreso federal, al avalar las chicanas guindas y otorgarles la sobrerrepresentación en la Ciudad de México al dar por bueno que siete diputados de Morena supuestamente son del PT y el Partido Verde.

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@Edumermo