Por Luis Martínez Alcántara 

 

CIUDAD DE MÉXICO.- Las comisiones del Senado aprobaron la reforma al Poder Judicial, lo que generó una intensa discusión en torno al futuro de este poder. La presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña, es una de las voces más críticas, afirmando que “la demolición del Poder Judicial no es la ruta”. Durante las protestas contra esta reforma, Piña expresó su desacuerdo, subrayando la necesidad de un diálogo entre los poderes de la Unión para resolver los problemas actuales sin comprometer la independencia judicial.

En su propuesta alternativa, Piña presentó un documento titulado “Reforma integral al sistema de justicia en México: desafíos y propuestas”. Este texto fue elaborado a partir de un proceso autocrítico dentro del propio Poder Judicial, contando con la participación de jueces, magistrados y personal de los sistemas de justicia federal y locales. Piña argumenta que la solución a los problemas de justicia y seguridad en el país no se encuentra en culpar a los jueces, sino en un trabajo conjunto para mejorar el sistema desde dentro.

La propuesta de Piña aboga por eliminar la elección popular de jueces, ministros y magistrados, reemplazándola con una Ley Nacional de Carrera Judicial que unifique las reglas para el acceso y promoción en estos cargos. Además, subraya que el objetivo principal es lograr un sistema de justicia que funcione para todos los ciudadanos, impulsando una reforma desde quienes imparten justicia, no desde una narrativa que busque señalar culpables sin una comprensión profunda de la situación.

Las protestas contra la reforma judicial han sido intensas, con la participación de trabajadores del Poder Judicial y figuras importantes como el ministro en retiro José Ramón Cossío. Las manifestaciones, que se llevaron a cabo en las inmediaciones del Senado, contaron con consignas en contra de la concentración de poder que, según los críticos, la reforma busca lograr. Los manifestantes exigieron a los senadores reflexionar sobre las implicaciones de esta reforma, y señalaron que los votantes no eligieron una reelección ni un cambio tan radical en el sistema judicial.

Ahora, el dictamen se turna al pleno del Senado, donde se espera su primera lectura y el debate en los próximos días. La propuesta de Norma Piña queda como una alternativa sobre la mesa, aunque enfrenta un panorama complicado en un Congreso controlado por la mayoría oficialista.