Por Luis Martínez Alcántara

Las inundaciones devastadoras que han azotado España en los últimos días han dejado un saldo trágico de más de 100 personas fallecidas. La Comunidad Valenciana ha sido la más afectada, con al menos 62 muertes confirmadas, mientras que otras regiones como Castilla-La Mancha y Andalucía también han sufrido graves consecuencias. Este fenómeno, conocido como DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), ha sido catalogado como el más severo del siglo, desbordando ríos y causando estragos en diversas localidades.

Ante esta calamidad, el Gobierno español declaró tres días de luto nacional, desde este jueves hasta el 2 de noviembre. La medida busca honrar la memoria de las víctimas y mostrar solidaridad con sus familias. Durante este periodo, se suspenderán actos oficiales y se promoverá un ambiente de reflexión en todo el país. El presidente Pedro Sánchez ha expresado su apoyo a los afectados y ha asegurado que se movilizarán todos los recursos necesarios para la recuperación.

Las imágenes de la devastación han impactado a todo el mundo; coches arrastrados por las corrientes, puentes colapsados y comunidades enteras aisladas son solo algunas de las escenas que han circulado por las redes sociales. Los equipos de rescate trabajan incansablemente para localizar a personas desaparecidas y brindar asistencia a quienes aún se encuentran atrapados. La situación es crítica, con múltiples carreteras cortadas y un gran número de ciudadanos en riesgo. 

La Unidad Militar de Emergencias (UME) desplegó más de 1,000 efectivos en la provincia de Valencia para colaborar con los servicios de emergencia locales. A pesar del esfuerzo conjunto, las condiciones meteorológicas adversas han dificultado el acceso a algunas áreas afectadas. Las autoridades han instado a la población a evitar desplazamientos innecesarios y a seguir las recomendaciones para garantizar la seguridad durante esta crisis.

Mientras el país enfrenta esta tragedia, se espera que las autoridades continúen evaluando los daños y planificando una respuesta efectiva. La declaración de ‘zona catastrófica’ por parte del Gobierno permitirá activar recursos adicionales para ayudar a las comunidades afectadas. La recuperación será un proceso largo, pero la solidaridad y el apoyo mutuo serán fundamentales para superar esta difícil etapa en la historia reciente de España.