En el partido de Italia Vs. Croacia se cumplió el dicho de que esto acaba hasta que se acaba. Croacia hizo un excelente partido, pero en los últimos segundos del partido todo cambió. Italia logró una clasificación dramática para los octavos de final de la Eurocopa gracias a un gol de Mattia Zacaggni en el último instante del partido contra Croacia.

El tanto del atacante del Lazio supuso el empate 1-1, lo que permitió a los azzurri avanzar como segundos del grupo B, detrás de España. Este resultado fue un duro golpe para Croacia, que había dominado el encuentro hasta que Luka Modric fue sustituido y el entrenador italiano, Luciano Spalletti, realizó ajustes tácticos cruciales.

El seleccionador croata, Zlatko Dalic, expresó su desánimo tras el partido, reconociendo que la eliminación sería dolorosa y que el equipo necesitaría tiempo para recuperarse.

Aunque la salida de Croacia no es definitiva hasta que se determine cuáles selecciones serán las mejores terceras de la fase de grupos, Dalic admitió la posibilidad de una eliminación inminente. Mientras tanto, Italia sobrevive en el torneo pese a las críticas y tensiones internas tras su derrota anterior contra España.

Italia enfrentó una fuerte oposición de Croacia, especialmente en el mediocampo, donde Modric, Kovacic y Brozovic controlaron gran parte del juego. La táctica inicial de Spalletti, un 5-3-2, fue cuestionada por su ineficacia y llevó a una situación de gran presión para los italianos. Sin embargo, los cambios realizados en la segunda mitad, como la entrada de Frattesi y el retorno a un sistema más familiar, permitieron a Italia recuperar terreno.

El momento decisivo llegó cuando Modric fue sustituido, lo que dio a Italia una oportunidad para tomar el control del juego. La persistencia de los jugadores italianos, impulsada por la energía de Frattesi, Barella, Fagioli y Chiesa, culminó en el gol de Zacaggni. Este gol no solo aseguró la clasificación de Italia, sino que también reafirmó la importancia de la adaptabilidad y la fidelidad a las convicciones tácticas de Spalletti.

 

Por Luis Martínez Alcántara.