Por Luis Martínez Alcántara
Sergio “Checo” Pérez, piloto mexicano de Fórmula Uno, condenó públicamente los comentarios homófobos realizados por su padre, Antonio Pérez Garibay, en relación con Ralf Schumacher. En una reciente entrevista, Antonio Pérez hizo declaraciones despectivas hacia Schumacher, quien reveló su homosexualidad recientemente.
Estas palabras surgieron tras críticas que Schumacher hizo sobre el desempeño de Checo en su equipo, Red Bull, lo que llevó a una controversia que ha captado la atención de los medios y aficionados al automovilismo.
En respuesta a las declaraciones de su padre, Checo Pérez afirmó que no comparte sus opiniones y considera que cometió un error. “No estoy de acuerdo con ninguno de sus comentarios”, declaró a Sky Sports. El piloto subrayó que, aunque no puede controlar lo que dice su padre, es fundamental que como deportistas se mantenga un estándar de respeto y profesionalismo. “Lo que pasa en la pista siempre se queda en la pista”, enfatizó Pérez, abogando por un enfoque más positivo en el deporte.
Ralf Schumacher, hermano del legendario Michael Schumacher y expiloto de F1, respondió a las críticas de Antonio Pérez con una actitud conciliadora. En lugar de confrontar directamente a Pérez Garibay, Ralf sugirió que los resultados en la pista son la mejor respuesta a las críticas. “Yo también apoyaría a mi hijo al 100% y trataría de ayudarle”, comentó Ralf en un mensaje que reflejó su deseo de enfocarse en el rendimiento deportivo en lugar de en ataques personales.
A medida que se aproxima el Gran Premio de Las Vegas, esta controversia añade una capa adicional de tensión a la temporada para Checo Pérez. Con el foco no solo en su rendimiento en la pista sino también en sus valores personales y familiares, el piloto mexicano enfrenta un momento crucial tanto profesional como éticamente.