El empresario Carlos Slim Helú se reunió con el presidente Andrés Manuel López Obrador el pasado 12 de junio en Palacio Nacional. Este encuentro, que duró casi tres horas, se dio en un contexto de nerviosismo en los mercados financieros debido a la volatilidad del peso mexicano y la caída de la Bolsa Mexicana de Valores, influenciadas por la propuesta de Reforma al Poder Judicial impulsada por el gobierno de López Obrador. 

 

Al salir, Slim se abstuvo de hacer comentarios sobre la situación financiera de la última semana, a pesar de que Grupo Carso, su empresa, fue una de las afectadas por la caída en la bolsa.

 

Dos días antes, el 10 de junio, Slim tuvo un encuentro informal con Claudia Sheinbaum, virtual presidenta electa de México, durante un evento en el Museo Soumaya organizado por la Fundación Carlos Slim. Este evento fue para premiar al Dr. Moisés Selman, pareja de Annie Pardo (madre de Sheinbaum), por su trayectoria en investigación en salud. La reunión entre Slim y Sheinbaum no fue planificada, pero Sheinbaum compartió detalles del encuentro en sus redes sociales, destacando su agrado por saludar al magnate.

 

La reunión de Slim con López Obrador despertó expectativas sobre la depreciación del 9% del peso mexicano tras las elecciones del 2 de junio. López Obrador ha defendido su reforma judicial y considera que la turbulencia financiera es temporal, asegurando que no tendrá mayores repercusiones de cara al cambio de gobierno el 1 de octubre. Este encuentro fue la primera visita de Slim a Palacio Nacional desde las elecciones presidenciales.

 

Por otro lado, Sheinbaum, al comentar sobre las preocupaciones del Departamento de Estado de Estados Unidos respecto a la reforma judicial y su impacto en las inversiones extranjeras, afirmó que no hay riesgo para las inversiones estadounidenses en México. Sheinbaum insistió en que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) seguirá vigente y que México, como país soberano, tiene derecho a realizar las reformas jurídicas que considere necesarias.

 

Estas interacciones entre Slim, López Obrador y Sheinbaum ocurren en un momento crítico para la economía mexicana, donde las decisiones políticas y las reformas propuestas están bajo el escrutinio de inversores nacionales e internacionales. La capacidad de los líderes para navegar estas aguas turbulentas será crucial para la estabilidad económica y la confianza del mercado en los próximos meses.

 

Por Luis Martínez Alcántara