Por Luis Martínez Alcántara 

 

CIUDAD DE MÉXICO.- El agua de jamaica es ampliamente conocida por sus beneficios diuréticos, laxantes, antioxidantes y su capacidad para reducir la presión arterial. Sin embargo, no todas las personas pueden disfrutar de sus propiedades sin riesgo. Aquí te contamos quiénes deberían evitar consumir jamaica o, al menos, hacerlo con moderación debido a sus posibles contraindicaciones.

Aunque la jamaica es generalmente segura para muchas personas, hay ciertos grupos que deberían evitar su consumo regular. Según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, las mujeres embarazadas deben evitarla, ya que podría estimular el ciclo menstrual y comprometer la salud del bebé. Asimismo, durante la lactancia, no es recomendable consumir jamaica debido a posibles efectos adversos en el bebé.

Además, quienes se preparan para una cirugía deben suspender su ingesta al menos dos semanas antes del procedimiento, ya que la jamaica puede afectar los niveles de azúcar en la sangre, complicando su control durante y después de la operación. Las personas con presión arterial baja también deberían abstenerse, ya que la jamaica puede reducir aún más su presión, provocando dolores de cabeza y otros síntomas.

Es importante tener en cuenta que la jamaica puede interactuar desfavorablemente con ciertos medicamentos. Por ejemplo, no debe consumirse junto con cloroquina, un fármaco usado contra la malaria y la amebiasis. Además, los especialistas recomiendan moderar su uso si se toman medicamentos como losartán, diclofenaco, medicamentos para la diabetes, hipertensión o simvastatina.

Incluso el uso de acetaminofén, como el Tylenol, puede requerir precaución. Por lo tanto, si consumes jamaica regularmente y estás bajo algún tratamiento, es crucial consultar a un especialista de salud para evaluar la compatibilidad.

La frecuencia de consumo de agua de jamaica o infusiones con esta flor debe ser moderada. Generalmente, se considera seguro consumir hasta dos vasos al día por un período máximo de dos semanas. Sin embargo, esta medida puede variar según la historia clínica o condición de cada persona, por lo que es mejor no abusar de su consumo.