En medio de la crisis migratoria que vive América Latina, los flujos de personas indocumentadas siguen su marcha y nada ni nadie los detiene en su objetivo de llegar al territorio de Estados Unidos en busca de oportunidades laborales y huyendo de la violencia en sus lugares de origen, incluida la persecución oficial de que son objeto para evitar que avancen.

En México, los operativos del Instituto Nacional de Migración (INM), de la Guardia Nacional (GN) y de policías estatales para intentar detener los flujos migratorios son constantes.

Hasta hoy se han registrado numerosos enfrentamientos entre migrantes y agentes, donde se ha comprobado que éstos últimos los agreden y humillan, por igual a mujeres, niños y hombres.

Se tiene registro de esas agresiones oficiales en ciudades como Reynosa, Durango, Ciudad Juárez, Chihuahua y Tijuana, pertenecientes a la frontera norte; mientras que en la frontera sur del país, en lugares como Tapachula, Tuxtla Gutiérrez y en Oaxaca, por citar algunas.

Apenas ayer, un operativo de la Guardia Nacional y agentes de Migración que intentaron detener al contingente de más de 2 mil personas de la Caravana Viacrucis Migrante 2024, sobre una carretera a las afueras del municipio de Juchitán de Zaragoza, en el estado de Oaxaca.

La acción de los oficiales derivó en enfrentamientos con palos y piedras, con lo cual los extranjeros lograron superar la barrera de la fuerza pública.

La llamada “Caravana Viacrucis Migrante”, integrada por mujeres, niños y personas de la tercera edad, llevan alrededor de tres semanas caminando por el sur del país en su ruta hacia Estados Unidos.

En el incidente no se reportaron detenidos ni lesionados, de acuerdo con reportes de la agencia AP. Se pudo saber que los uniformados intentaron desviar la caminata de los migrantes hacia el estado de Veracruz, pero no lo lograron.

Los migrantes respondieron a la acción policiaca con palos y piedras y lograron sobrepasar la barrera para proseguir su camino hacia el norte del país:

“Quisieron detener a la caravana, pero logramos pasar. No nos respetan nuestros derechos humanos. Sólo pedimos que nos dejen avanzar”, expresó vía telefónica Daniel, un migrante de origen colombiano que no quiso proporcionar sus apellidos.

Los extranjeros señalaron que intentan salir del sur de México porque los trámites migratorios pueden demorar meses y no tienen recursos ni empleo para costear los gastos de alquiler y alimentación que implicaría la espera.

El contingente de unos 2.000 migrantes logró arribar este lunes al municipio de Juchitán de Zaragoza, en el estado de Oaxaca.

“Sólo queremos llegar a Ciudad de México y de ahí cada quien puede decidir si quedarse a trabajar un tiempo o seguir hacia arriba”, agregó el migrante colombiano.

La “Caravana Viacrucis Migrante 2024” partió el pasado 25 de marzo de la ciudad fronteriza de Tapachula, Chiapas, con destino hacia la frontera con Estados Unidos. En 22 días, los migrantes han caminado unos 400 kilómetros, un tramo que podría hacerse en seis horas en automóvil.

Cabe señalar que desde inicios de año, las autoridades locales han intensificado las detenciones de extranjeros, tras los acuerdos a los que llegaron entre diciembre y enero los gobiernos de México y Estados Unidos para hacer frente al creciente flujo migratorio. Pese a los operativos, miles de migrantes siguen llegando a la frontera norte para intentar ingresar a territorio estadounidense.

 

Por Abel López Jiménez.