La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) reaccionó en línea con lo esperado por el mercado y sus integrantes decidieron, en forma unánime, no modificar la Tasa de Interés Interbancaria, que es de referencia, y mantenerla en 11 por ciento, debido a que la inflación general anual aumentó de 4.40 a 4.65% entre febrero y abril de este año.
Entre los factores que incidieron en esta decisión, el Banco Central reconoció que el peso mexicano exhibió episodios de volatilidad, por lo cual anticipó que la debilidad de la actividad económica registrada en el último trimestre de 2023 se haya extendido al primero de 2024, aunque el mercado laboral continuó registrando fortaleza.
La inflación general en México aceleró y se ubicó en 4.65 por ciento durante el mes de abril, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Esta cifra resultó mayor a la esperada por los analistas, quienes estimaban una tasa de 4.63 por ciento, de acuerdo con un sondeo realizado por la agencia internacional Reuters.
En lo que fue su tercer anuncio de política monetaria del año, el Banco Central consideró que la perspectiva de los choques inflacionarios tardará más tiempo en disiparse, pese a que el proceso desinflacionario continúa.
Ante esa realidad, en forma unánime los integrantes de la Junta de Gobierno del Banxico decidieron mantener el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día en 11.00 por ciento.
“Con esta decisión, la postura monetaria se mantiene restrictiva y continua”, señalaron en un comunicado.
También reconocen que aumentará el pronóstico de la inflación anual para el resto del 2024 y hasta el tercer trimestre del 2025.
Para este año, estimaron que cierre en 4.0 por ciento, desde el 3.6 por ciento previo, y ahora confían que la inflación logre su meta de 3.0 por ciento hasta el cuarto trimestre de 2025.
Subrayó que la Junta de Gobierno se mantendrá vigilante de las presiones inflacionarias, así como de todos los factores que inciden en la trayectoria prevista para la inflación y en sus expectativas.
“Hacia delante, valorará el panorama inflacionario para discutir ajustes en la tasa de referencia”, adelantó la institución.
También considerará la incidencia de la postura monetaria restrictiva que se ha mantenido y la que siga imperando sobre la evolución de la inflación a lo largo del horizonte en el que opera la política monetaria.
Con esta postura, el banco central reafirmó su compromiso con la necesidad de perseverar en sus esfuerzos por consolidar un entorno de inflación baja y estable.
Nota de Abel López Jiménez.