Por Luis Martínez Alcántara 

 

CIUDAD DE MÉXICO.- La pugna entre el Poder Judicial y el bloque guinda escaló considerablemente en los últimos días por la reforma judicial.  

Norma Lucía Piña Hernández, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), inició dos consultas entre los ministros del pleno para determinar si tiene facultades para suspender la reforma judicial aprobada en la Cámara de Diputados y que será analizada en el Senado a partir del 8 de septiembre. La solicitud de suspender el proceso fue planteada por jueces y magistrados, quienes alegan que la destitución de los juzgadores violaría sus derechos humanos.

El caso fue remitido con carácter de urgencia a la ministra Lenia Batres, quien deberá elaborar un proyecto de resolución que será discutido por el pleno de la SCJN. La reforma judicial incluye medidas como la destitución de jueces y magistrados y la elección de estos por voto popular, lo cual ha generado preocupación en diversos sectores del Poder Judicial, quienes ven esto como una amenaza a la independencia judicial.

Por su parte, la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito (Jufed) solicitó que se revise la constitucionalidad de dicha reforma.

En paralelo, el líder de Morena en el Senado, Adán Augusto López Hernández, criticó abiertamente la consulta iniciada por la SCJN. En su opinión, ni la Suprema Corte ni sus ministros tienen la facultad para detener un proceso legislativo en curso. A pesar de estas declaraciones, López reconoció que la decisión final recaerá en los ministros, aunque ironizó sobre el hecho de que “ahora están en paro”, en referencia a las protestas de trabajadores del Poder Judicial.

Las protestas que mencionó López Hernández no han cesado. Trabajadores del Poder Judicial han bloqueado las instalaciones tanto de la Cámara de Diputados como del Senado en señal de rechazo a la reforma judicial. Estos bloqueos han obligado a que las sesiones del Senado se realicen en una sede alterna, lo que ha complicado aún más el proceso de discusión de la reforma.

En este contexto, la SCJN deberá determinar en los próximos días si tiene las facultades legales para frenar el proceso legislativo y suspender la reforma. Mientras tanto, la tensión entre el Poder Judicial y el bloque guinda sigue en aumento, con la expectativa de que las decisiones que se tomen tendrán un impacto significativo en la independencia del sistema judicial en México.