El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) validó la elección presidencial, desestimando los juicios presentados por la oposición que buscaban anular el proceso.

La Sala Superior, por mayoría de votos, concluyó que las acusaciones de intervención del presidente de la República, presiones del crimen organizado y desvío de recursos públicos de la Secretaría de Bienestar carecían de pruebas sólidas y suficientes para invalidar los resultados electorales.

Los magistrados encargados de la resolución argumentaron que las pruebas presentadas por la oposición, en su mayoría enlaces electrónicos y notas periodísticas, no demostraron de manera convincente que la intervención del presidente Andrés Manuel López Obrador o las conferencias matutinas (“mañaneras”) hayan influido de manera determinante en el resultado de la elección.

“Las demandas tienen deficiencias evidentes tanto probatorias como argumentativas, se basaron exclusivamente en mil 480 vínculos electrónicos, se limitaron a notas periodísticas de redes sociales, fragmentos de publicaciones sin ser comprobados en alguna línea de otra naturaleza”, afirmaron.

Asimismo, señalaron que no se comprobó que los hechos de violencia reportados hayan afectado exclusivamente a la oposición o favorecido a Morena.

El magistrado Felipe de la Mata Pizaña subrayó la insuficiencia de los vínculos electrónicos como pruebas para anular una elección con una ventaja de 30 puntos sobre el segundo lugar.

Por otro lado, los magistrados Janine Otálora y Reyes Rodríguez Mondragón se opusieron a la decisión, argumentando que el proyecto era un intento por ocultar circunstancias notorias y que no alcanzaba el estándar de rigor requerido.

Rodríguez Mondragón aseguró que el proyecto era “un intento inútil por ocultar una circunstancia a todas luces notoria” basado en “falacias lógico-jurídicas”.