El presidente Andrés Manuel López Obrador expresó su apoyo al gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, calificando como un “acto de congruencia” y de “valor civil” la postura que tomó frente a los señalamientos hechos por Ismael “Mayo” Zambada, líder del Cártel de Sinaloa.

Durante la conferencia matutina en Palacio Nacional, López Obrador reveló que Rocha Moya lo consultó antes de emitir su declaración sobre las acusaciones formuladas en una carta de Zambada García.

El presidente señaló que el gobernador le pidió su opinión antes de hacer público su posicionamiento, reconociendo que el tema no solo lo involucraba a él, sino también al propio Ejecutivo Federal.

López Obrador indicó que le aconsejó a Rocha que, si no tenía nada que temer, debía expresar su versión de los hechos.

El gobernador de Sinaloa posteriormente declaró que no tenía ninguna relación con el narcotráfico ni con una presunta reunión con Ismael Zambada y Joaquín Guzmán López, hijo del “Chapo” Guzmán.

Rocha afirmó que no estuvo presente en dicha reunión, señalando que se encontraba en Los Ángeles con su familia cuando comenzó a recibir llamadas sobre el asunto.

Rocha rechazó categóricamente cualquier vínculo con el narcotráfico, aclarando que las afirmaciones sobre su participación en la reunión eran falsas y que, si Zambada creyó en esas acusaciones, fue engañado.

La declaración del gobernador se produjo en el contexto de una gira por Sinaloa en la que estuvo acompañado por el presidente López Obrador y la presidenta electa, Claudia Sheinbaum.

La gira se llevó a cabo poco después de que Zambada García afirmara haber sido emboscado y llevado a Estados Unidos tras ser convocado a una reunión para resolver una disputa con el gobernador de Sinaloa y el excongresista Héctor Melesio Cuén.