La economía china creció un 4.7% interanual en el segundo trimestre de 2024, por debajo de las expectativas, indican las cifras oficiales publicadas este lunes, que coinciden con una reunión clave de los dirigentes sobre la economía del país.

China, la segunda mayor economía mundial, enfrenta una crisis de endeudamiento de su sector inmobiliario aunado con un consumo débil, una población que envejece y tensiones comerciales con Occidente.

Los datos de crecimiento se publicaron justo antes de la tercera sesión plenaria del Comité Central del  gobernante Partido Comunista de China (PCCh), liderado por el presidente Xi Jinping.

La reunión, que debe definir las grandes orientaciones económicas del país para los próximos cinco años, empezó el lunes en Pekín a puerta cerrada y concluirá el jueves, según la agencia Xinhua.

“El PIB subió 5.3% interanual en el primer trimestre y 4,7% en el segundo trimestre”, anunció en un comunicado la Oficina Nacional de Estadística (ONE).

Las cifras quedaron muy abajo del 5.1% previsto por analistas consultados por la agencia financiera Bloomberg. También son las más bajas desde principios de 2023, cuando China levantó sus draconianas restricciones contra el covid-19, que penalizaron la actividad.

“Es necesario consolidar las bases de una recuperación económica y un crecimiento sanos”, admitió la ONE.

La venta minorista, una medición clave del consumo, declinó a 2% en junio desde 3,7% en mayo, indicó la ONE. La producción industrial, en tanto, apenas creció un 5,3% en junio frente al 5,6% del mes anterior.

“Ajustes”

El presidente chino presentó un “informe de trabajo” al comienzo de la reunión, informó la agencia Xinhua.

También “expuso un proyecto de decisión del Comité Central (del Partido Comunista) sobre la profundización de la reforma y el avance de la modernización de China”, añadió.

Pekín ha ofrecido pocas pistas sobre lo que podría estar sobre la mesa, aunque Xi indicó previamente que el partido planeaba reformas “importantes”.

En el pasado, esta reunión solía dar lugar a grandes cambios en la política económica.

“Se trata de una reunión sobre política (…) y no sobre la resolución de problemas económicos concretos”, matizó sin embargo el economista Larry Hu, del banco Macquarie.

Muchos analistas económicos esperan, sin embargo, medidas de apoyo a la actividad.

Sarah Tan y Harry Murphy Cruise, de Moody’s Analytics, creen que se aplicarán “ajustes” para desarrollar el sector de alta tecnología y que se anunciarán “algunas medidas de apoyo al sector inmobiliario”.

El Diario del Pueblo, el periódico oficial del PCCh, subrayó la semana pasada que la reforma no consistía “en cambiar de dirección”.

En la tercera sesión plenaria de 1978, el entonces presidente Deng Xiaoping promulgó las reformas que encaminarían a China hacia un crecimiento económico importante mediante su apertura al mundo.

Para el conjunto del año, el gobierno aspira a un crecimiento “en torno al 5%”, una tasa envidiable en muchos países, pero aún muy alejada de las tasas de crecimiento de dos dígitos que China ha registrado en las últimas décadas.

Desde hace varios años, las autoridades quieren basar el crecimiento en la innovación, la alta tecnología y el consumo interno, más que en grandes inversiones estatales en infraestructuras.

Pero la incertidumbre económica frena el gasto de los hogares y la actividad sigue penalizada por el sobreendeudamiento en el sector inmobiliario.