Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum coincidieron en condenar el intento de golpe de Estado en Bolivia.

En mensajes por separado a través de sus cuentas de X, se dio de la siguiente manera:

“Manifestamos la más enérgica condena al intento de golpe de Estado en Bolivia. Nuestro total apoyo y respaldo al presidente Luis Alberto Arce Catacora”, señaló López Obrador.

La presidenta electa Claudia Sheinbaum, también envió un mensaje de apoyo a Arce y acusó que el levantamiento de las Fuerzas Armadas bolivianas es un atentado contra la democracia.

También el excanciller Marcelo Ebrard y próximo secretario de Economía, escribió por la misma vía: “Todo el apoyo y simpatía al presidente Luis Arce Catacora quien hace frente a nuevo intento de golpe de estado en La Paz, Bolivia”.

Cabe mencionar que el único que no se sumó a esa farsa fue el gobierno de Estados Unidos que encabeza el presidente Joe Biden, porque sus servicios de inteligencia debieron haberle informado a tiempo que se trataba de un montaje populachero de Arce sólo en buscaba aumentar su popularidad.

El ahora excomandante del ejército Juan José Zúñiga, momentos antes de ser detenido junto con una docena de militares, alcanzó a revelar en una entrevista banquetera que se había prestado a la farsa del presidente Arce de un “autogolpe de Estado”, reportaron medios locales.

El ex mando militar había confesado que Arce le ordenó que liderara el movimiento de soldados y tanquetas del Ejército: “Este domingo en el colegio La Salle (de La Paz) me reuní con el presidente (Arce) y él me dijo que la situación está muy jodida, esta semana va a ser crítica y me pidió algo para levantar su popularidad”, afirmó a los reporteros.

“¿Entonces, sacamos los blindados?”, le preguntó el uniformado, a lo que el presidente respondió “sacá”.

Fue a partir de la mañana de este domingo, agregó, cuando comenzaron a desplazarse hacia La Paz varias tanquetas del Ejército. Zúñiga dirigió la movilización de militares hacia la plaza de Armas de La Paz, donde se encuentra el Palacio de Gobierno y las oficinas presidenciales.

 

Nota de Abel López Jiménez.