Durante su conferencia mañanera del 20 de mayo, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que sus hijos no son corruptos y desafió a sus adversarios a presentar pruebas que demuestren lo contrario.

Insistió en que los conservadores son “viles calumniadores” y que las acusaciones en contra de su familia carecen de fundamentos sólidos. Esta declaración se dio en respuesta a las constantes críticas y acusaciones que ha recibido su administración.

AMLO destacó que, a pesar de las afirmaciones hechas por la DEA, la periodista Anabel Hernández y otros detractores, estas siempre carecen de pruebas concretas. Reiteró que sus hijos no han incurrido en actos de corrupción y retó a sus opositores a demostrarlo. “Corrupción de mis hijos ¿pruebas, dónde están? Mis hijos no son corruptos y demuéstrenme lo contrario, los desafío”, enfatizó.

Además, el Presidente arremetió contra los conservadores, a quienes calificó de “hipócritas” y “falsarios”. Subrayó que sus adversarios de la derecha mundial siempre han sido clasistas, racistas y corruptos, y que tratan a sus oponentes como enemigos a destruir en lugar de adversarios a vencer. Esta retórica refuerza su postura de que las críticas en su contra son infundadas y motivadas por intereses políticos.

López Obrador también desestimó las campañas en su contra, como las acusaciones de ser un “narco presidente” y los ataques dirigidos hacia Rocío Nahle, candidata al gobierno de Veracruz. Señaló que estos intentos de desprestigio no han tenido el efecto deseado en la sociedad, la cual, según él, es consciente de la falta de pruebas en estas acusaciones.

Finalmente, el Presidente hizo referencia a un reportaje de N+ Focus, presentado en Televisa, que intentaba vincular al yerno de Rocío Nahle con actos ilícitos. AMLO afirmó que el reportaje carece de pruebas sólidas y lo calificó como parte de una “campaña negra” en contra de su administración y sus aliados.

 

Por Luis Martínez Alcántara.