México ha obtenido resultados inferiores al promedio en la prueba de pensamiento creativo del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA), organizada por la OCDE. Según los resultados de PISA 2022, México obtuvo un promedio de 29 puntos, ubicándose en el mismo nivel que países como Serbia, Uruguay y la República Eslovaca, mientras que el promedio global fue de 33 puntos. Esta prueba evaluó a estudiantes de 15 años en la capacidad de encontrar soluciones originales y diversas a problemas cotidianos.

Los estudiantes fueron evaluados en tareas como la creación de historias interesantes y la organización de campañas de sensibilización. Países como Singapur, Corea, Canadá y Australia lideraron la lista con puntajes que oscilaron entre 41 y 37 puntos. Según el reporte de la OCDE, estos resultados demuestran que los sistemas educativos de alto rendimiento no solo superan en pruebas estandarizadas de matemáticas, lectura y ciencias, sino también en evaluaciones de pensamiento creativo.

El bajo rendimiento de México en esta prueba se atribuye a los entornos difíciles que enfrentan muchos estudiantes y a los planes de estudio de escuelas con escasos recursos, que tienden a relegar las actividades creativas a un segundo plano. Esta situación pone de manifiesto la necesidad de un enfoque más integral en la educación, que incluya el desarrollo de habilidades creativas para enfrentar los retos del futuro.

En términos de género, la prueba reveló que en los 24 países participantes, las niñas superaron a los niños en todas las tareas de pensamiento creativo. Sin embargo, en Chile, México y Perú, las diferencias de género no fueron estadísticamente significativas. Esto sugiere que, aunque existen avances, aún hay áreas donde se puede mejorar la equidad en el desarrollo de habilidades creativas.

La evaluación de PISA 2022 subraya la importancia de equipar a los estudiantes con competencias creativas y de innovación para enfrentar los desafíos del siglo XXI. Según Mathias Cormann, secretario general de la OCDE, estos datos son cruciales para ayudar a los gobiernos a mejorar la educación y maximizar el potencial de los jóvenes en un mundo en constante cambio.

 

Por Luis Martínez Alcántara.