CIUDAD DE MÉXICO.- El estrés y el agotamiento que enfrentan los conductores de transporte público están intensificando dos de los problemas más graves del sector: el aumento en la accidentalidad y la creciente escasez de operadores. Actualmente, se estima que a nivel nacional existe un déficit de 56 mil conductores, y de no tomarse medidas, la cifra podría escalar a 106 mil vacantes para 2028, lo que pondría en jaque la operación diaria del transporte público.
Para enfrentar esta situación, la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM), ha implementado un programa piloto dirigido a mejorar la salud física y emocional de los operadores. Este programa, que se está llevando a cabo con los conductores de la Línea 4 del Metrobús, ofrece servicios médicos privados a bajo costo, cubiertos por la empresa, que incluyen diagnósticos de salud y terapias como acupuntura, masajes, ozonoterapia y apoyo nutricional.
“Queremos que los operadores aprendan a cuidarse. Muchos salen de casa desde las cuatro de la mañana habiendo tomado solo un café y un pan, lo que, sumado a las largas jornadas de trabajo, afecta su rendimiento y salud”, señaló Mejía.
El objetivo del programa es que los conductores reciban formación para realizar ejercicios, estiramientos, y terapias preventivas que mejoren su bienestar físico, evitando problemas crónicos de salud como afecciones arteriales o urinarias.
Este proyecto también involucra a las familias de los conductores, quienes aprenderán técnicas de masaje y herbolaria que pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de los operadores en su entorno familiar. Mejía destacó que este tipo de atención integral es clave para aliviar el estrés y el desgaste que experimentan los conductores, lo que eventualmente se traducirá en un servicio más profesional y eficiente.
Si el programa piloto tiene buenos resultados, la AMTM planea expandirlo a otras rutas y empresas, con la intención de profesionalizar y dignificar las condiciones laborales de los conductores del transporte público capitalino.