Por Luis Martínez Alcántara 

 

Ismael “El Mayo” Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa, tendrá su primera audiencia este viernes 13 de septiembre ante la Corte del Distrito Este en Brooklyn, Nueva York. El narcotraficante, de 76 años, enfrentará al juez James Cho, quien supervisará la instrucción de cargos en su contra. Zambada ha sido acusado de dirigir una organización criminal, asociación para cometer asesinato y tráfico de drogas, entre otros delitos graves.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha solicitado que Zambada permanezca detenido sin derecho a fianza, argumentando que no existen condiciones que aseguren la protección de la sociedad ni la garantía de que se presente a futuras audiencias. Los abogados de “El Mayo”, Frank Pérez y Ray Velarde, serán quienes lo representen en este proceso judicial. La defensa ha aceptado su traslado desde Texas, donde fue detenido, hacia Nueva York, en respuesta a una solicitud de la fiscalía.

Zambada fue arrestado en julio junto con Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, en un aeropuerto cerca de El Paso, Texas. Ambos están acusados de narcotráfico y permanecen bajo custodia. El fundador del Cártel de Sinaloa también enfrenta cargos en múltiples jurisdicciones de Estados Unidos, habiéndose declarado inocente previamente en El Paso por delitos relacionados con el tráfico de drogas.

La jueza federal Kathleen Cardone, de El Paso, permitió el traslado de Zambada a Nueva York, con la condición de que complete primero su proceso legal en dicha jurisdicción antes de regresar a Texas para continuar con los otros cargos que enfrenta allí. Esta decisión allana el camino para el inicio del juicio en la Corte de Brooklyn, donde “El Chapo” Guzmán ya fue condenado en 2019 a cadena perpetua por cargos similares.

Zambada ha alegado que llegó a Estados Unidos tras ser secuestrado en México, mientras se dirigía a una reunión con un supuesto funcionario mexicano. Mientras tanto, Joaquín Guzmán López, quien también fue arrestado en julio, ya ha comparecido en la Corte Federal de Chicago, donde se ha declarado inocente de cargos de narcotráfico. Ambos casos representan un nuevo capítulo en la ofensiva de Estados Unidos contra el Cártel de Sinaloa.