Por Luis Martínez Alcántara

Varias personas fueron detenidas en Suiza tras el uso de la cápsula de suicidio Sarco, un dispositivo que permite a las personas quitarse la vida sin la asistencia de un médico, lo que va en contra de la legislación suiza.

Este aparato, que causó gran controversia desde su presentación, funciona mediante la liberación de nitrógeno en una pequeña cabina donde la persona pierde el conocimiento y fallece en pocos minutos. Las autoridades informaron que el dispositivo fue utilizado por primera vez en Schaffhausen, al norte de Suiza, lo que llevó a la apertura de un proceso penal.

Aunque el suicidio asistido está permitido en Suiza, la ley establece que debe contar con la supervisión de un médico. Sin embargo, el uso de este dispositivo omite dicho requisito, lo que derivó en la intervención de las autoridades. Tras el primer uso del Sarco, la cápsula fue confiscada y el cuerpo de la persona que falleció fue trasladado para realizar una autopsia, mientras la fiscalía continúa investigando a los involucrados en este caso.

En una sesión de preguntas en la cámara de diputados, la ministra del Interior de Suiza, Elisabeth Baume Schneider, explicó que el dispositivo no cumple con los estándares de seguridad de productos, y el uso de nitrógeno dentro de la cápsula va en contra de la legislación vigente sobre productos químicos. Estas irregularidades han provocado la intervención directa del gobierno suizo en el caso.

Es la primera vez que se utiliza este dispositivo, promovido por una asociación que busca facilitar el suicidio sin la intervención médica. Aunque inicialmente se había previsto que una mujer estadounidense de 50 años fuera la primera en usar la cápsula en julio, esto no ocurrió debido al deterioro de su salud mental, lo que postergó el uso del dispositivo hasta ahora.

Las autoridades evalúan las implicaciones legales del uso de este dispositivo y el impacto que puede tener en el futuro de las regulaciones sobre el suicidio asistido en el país.