Por Luis Martínez Alcántara

Elon Musk, propietario de la red social X (anteriormente conocida como Twitter), informó sobre un “ciberataque masivo” que recientemente afectó a la plataforma y explicó que el ataque fue perpetrado por “un grupo grande y coordinado y/o un país”, sugiriendo la participación de actores con recursos significativos.

Esta declaración se produjo después de que miles de usuarios en todo el mundo reportaran el pasado 10 de marzo problemas de acceso y funcionamiento en X durante varias horas.

Los problemas técnicos comenzaron alrededor de las 5:30 de la mañana, con picos de interrupciones nuevamente a las 10 de la mañana y al mediodía. Usuarios de Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y otros países informaron dificultades para acceder a la plataforma, enviar mensajes y cargar contenido en sus feeds. El portal DownDetector registró más de 40,000 informes de problemas, afectando tanto a la aplicación móvil como a la versión web de X. 

El grupo de hackers pro-palestino conocido como Dark Storm se atribuyó la responsabilidad del ciberataque. Este grupo ha sido reconocido por atacar empresas vinculadas a la OTAN e Israel en el pasado. Sin embargo, expertos en ciberseguridad sugieren que Rusia podría estar involucrada, buscando sembrar discordia y afectar las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Ucrania. 

Este incidente se produce en un momento delicado para Musk, quien recientemente enfrentó críticas por su papel en el Departamento de Eficiencia Gubernamental bajo la administración del presidente Donald Trump. Su participación en la implementación de recortes presupuestarios y despidos ha generado protestas y ataques a sus negocios, incluyendo concesionarios de Tesla en Estados Unidos. 

Además, Musk se involucró en controversias relacionadas con el uso de la tecnología Starlink en el conflicto de Ucrania, lo que añade complejidad a la situación actual. 

La respuesta de X al ciberataque ha sido objeto de escrutinio, especialmente considerando la historia de la plataforma en cuanto a problemas de seguridad. En 2020, la entonces Twitter sufrió una estafa de Bitcoin que comprometió cuentas de alto perfil.