Por Luis Martínez Alcántara  

La Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2024, publicada por INEGI el 30 de julio de 2025, revela que los hogares mexicanos destinan en promedio 5,994 pesos al mes en alimentos, bebidas y tabaco, lo que representa el 37.7 % del gasto total.

Detrás de este rubro, los más significativos son: transporte y comunicaciones (19.5 %), vivienda, energía y mantenimiento del hogar (15 %), y educación y esparcimiento (10 %) . Esto muestra que el gasto corriente se concentra en cubrir necesidades básicas y movilidad.

Un análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) profundiza en esta realidad: los hogares del primer decil de ingresos destinan 51 % de su ingreso a alimentos, mientras que los del décimo decil solo destinan 29 %. En contraste, el gasto en educación aumenta con el ingreso, de aproximadamente 13 % en el decil más bajo a 21 % en el más alto.

En ese contexto, “decil” se refiere a una forma de dividir a la población en diez grupos iguales según su nivel de ingreso. El primer decil representa al 10 % de los hogares con menor ingreso. El décimo decil corresponde al 10 % de los hogares con mayor ingreso.

El reporte también registra que el gasto total trimestral promedio por hogar fue de 47,674 pesos, es decir, unos 15,891 pesos mensuales, con un incremento real de 7.9 % entre 2022 y 2024, mientras los ingresos crecieron 10.6 % en el mismo periodo. Esto sugiere que, aunque aumentan los ingresos, el consumo se modera frente a la inflación y prioriza lo esencial.

Estas cifras permiten vislumbrar la presión financiera que enfrentan muchas familias mexicanas, especialmente las de menores ingresos, donde más de la mitad del ingreso se va en alimentación. En contraste, las familias con mayores ingresos logran diversificar su gasto y destinar más recursos a educación y transporte, ampliando así sus oportunidades económicas y educativas.