Por Luis Martínez Alcántara

En medio de las tensiones previas a las elecciones judiciales del 1 de junio, la presidenta Claudia Sheinbaum ha rechazado las acusaciones de fraude en el proceso electoral y en respuesta a las protestas de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) afirmó que los maestros están adoptando estrategias similares a las de la oposición conservadora, buscando boicotear la elección. 

Asimismo Sheinbaum cuestionó la relación entre la elección del Poder Judicial y la demanda de derogar la Ley del ISSSTE de 2007, señalando que son temas distintos.

La CNTE ha intensificado sus movilizaciones, incluyendo bloqueos en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y en vías principales, exigiendo la derogación de la Ley del ISSSTE de 2007.  Esta ley reemplazó el sistema de pensiones solidarias por cuentas individuales administradas por Afores, lo que, según los maestros, ha reducido significativamente sus pensiones. 

Aunque el gobierno ha ofrecido un aumento salarial del 9% y otras concesiones, la CNTE considera que estas medidas no abordan su demanda principal: la abrogación total de la ley.

La presidenta Sheinbaum ha enfatizado que el gobierno está comprometido con el diálogo y ha ofrecido soluciones como la creación de un fondo de bienestar para complementar las pensiones.  Sin embargo, la CNTE considera estas propuestas insuficientes y ha mantenido su postura de continuar con las protestas hasta que se derogue la ley.  La situación ha generado tensiones adicionales en un contexto electoral ya de por sí complejo.

Las elecciones judiciales del 1 de junio representan un evento sin precedentes en México, donde se renovarán 881 cargos federales y 1,800 estatales del poder judicial. Sin embargo, la participación ciudadana es una preocupación, ya que la mayoría de la población desconoce la fecha exacta y el 77% no conoce a los candidatos. La baja participación podría restar legitimidad al nuevo poder judicial, según advierten académicos y analistas.