Por Monserrat Californias

La presidenta del Comité Olímpico Mexicano, María José Alcalá, responsabilizó directamente a Ana Gabriela Guevara del grave escenario que enfrentan los clavadistas nacionales en la Copa del Mundo.

Por primera vez, los atletas competirán sin portar la bandera ni escuchar el Himno Nacional, debido al desconocimiento de la Federación Mexicana de Natación (FMN) por parte de World Aquatics. Esta situación, dijo Alcalá, se deriva del respaldo que Guevara dio a Kiril Todorov, expresidente de la FMN.

El conflicto en la natación mexicana no es nuevo. Desde 2023, World Aquatics desconoció a la FMN tras acusaciones de peculado contra Todorov, protegido de Guevara. A pesar de que se nombró un Comité Estabilizador, la falta de una nueva federación reconocida dejó a los atletas sin representación oficial.

El 23 de noviembre de 2024, World Aquatics expulsó oficialmente a la FMN, sellando la suerte de los deportistas que ahora deben competir como neutrales. “Estamos así por quien ocupó el cargo en la federación y porque la administración pasada de la Conade lo apoyó”, subrayó Alcalá.

En esta primera etapa de la Copa del Mundo en Guadalajara, del 3 al 6 de abril, los 14 clavadistas mexicanos registrados aparecerán como atletas sin nacionalidad, al igual que deportistas de países en guerra, como Rusia y Bielorrusia. La situación genera molestia y tristeza entre los atletas que no podrán representar a México formalmente.

Además de perder su identidad deportiva, los clavadistas también han sufrido la cancelación de becas y estímulos. Ana Guevara fue señalada por despojar a los atletas de estos apoyos bajo el argumento de reestructuración administrativa. Aunque el Comité Olímpico Mexicano ha creado un Comité de Reconocimiento para dar solución al problema, el tiempo apremia y los atletas siguen sin respaldo institucional sólido.

María José Alcalá insiste en que aún hay esfuerzos para revertir la situación antes del evento. Acompañada por figuras como Alejandra Orozco y Jorge Iga, la dirigente busca soluciones urgentes para que los atletas puedan volver a competir con el nombre y la bandera de México. Sin embargo, el daño institucional ya está hecho, y el deporte acuático mexicano enfrenta una de sus crisis más delicadas en años recientes.