Por Luis Martínez Alcántara

Un mexicano fue detenido tras una investigación internacional que lo vincula con el ciberacoso sexual de al menos 15 menores de edad en seis países. El agresor contactaba a niños a través de una popular app de videojuegos, ofreciendo recompensas virtuales a cambio de fotos íntimas.

El caso salió a la luz en mayo de 2024, cuando un padre en España denunció que su hijo había sido víctima. Las autoridades confirmaron que el sospechoso operaba desde México y mantenía contacto con menores en Estados Unidos, Colombia, Argentina, Venezuela y México. El hombre fue arrestado y ya se encuentra bajo prisión preventiva. La investigación sigue abierta.

El caso encendió las alarmas sobre los peligros ocultos en plataformas digitales dirigidas a menores. Lo que comenzó como un intercambio aparentemente inofensivo en un videojuego, terminó revelando una red de manipulación emocional y abuso infantil.

Este delito, conocido como grooming, consiste en ganarse la confianza del menor para obtener imágenes o favores sexuales. Las autoridades reiteran que, aunque los agresores se escondan tras un avatar o nombre ficticio, el daño que causan es muy real. La cooperación internacional permitió identificar al responsable, pero es urgente prevenir futuros casos.

Para los padres de familia, esta detención es un llamado claro a involucrarse más activamente en la vida digital de sus hijos. No basta con saber qué juegos usan o qué apps descargan; es vital conocer con quién interactúan, cómo lo hacen y si existen comportamientos extraños.

Además, se requiere que las plataformas de videojuegos en línea refuercen sus sistemas de seguridad. Herramientas de control parental, sistemas de reporte más efectivos y filtros de contenido deben formar parte de cualquier entorno digital donde interactúan menores.

La facilidad con la que los delincuentes acceden a comunidades juveniles digitales es alarmante. La protección de los menores no puede recaer solo en las familias, también es responsabilidad de las empresas tecnológicas y de las autoridades judiciales.