Por Monserrat Californias 

Transportistas de la Alianza de Conductores y Movilidad Eficiente (ACME) y taxistas bloquearon de forma intermitente las autopistas México‑Querétaro y México‑Pachuca desde la mañana del 23 de julio.

Las movilizaciones iniciaron alrededor de las 07:00 horas en la caseta de Tepotzotlán, altura Jilotepec, con la demanda central: localizar con vida a su dirigente Bernardo Aldana, presuntamente secuestrado tras negarse a pagar extorsiones.

En la autopista México‑Querétaro, transportistas, taxistas, grúas y pipas ocuparon dos de los tres carriles en ambos sentidos, generando un severo caos vial que obligó a las autoridades a limitar el paso a un solo carril. La protesta se extendió también a la México‑Pachuca, en la caseta de San Cristóbal, donde los manifestantes impusieron cierres parciales.

Los transportistas acusaron que Bernardo Aldana, coordinador en Jilotepec, fue interceptado por sujetos armados por negarse a pagar cuotas ilegales. ACME alertó que esta desaparición no es un hecho aislado, sino parte de un patrón de extorsión recurrente contra el gremio, y exigió la intervención de la Guardia Nacional, Fiscalía local y federal.

Las autoridades permitieron el paso de un carril por sentido, mientras hicieron un llamado a la paciencia de los automovilistas. El caos vial se intensificó con filas que alcanzaron los límites estatales y la recomendación de usar vías alternas como la México‑Puebla o Siervo de la Nación.

Tras siete horas de bloqueo parcial, los manifestantes levantaron el cierre en la México‑Pachuca y se replegaron momentáneamente en la México‑Querétaro. Sin embargo, advirtieron que podrían ampliar las protestas a otras casetas —como México‑Toluca, Puebla, Cuernavaca y Texcoco— si no reciben respuestas concretas.